Almacena el vino y el aceite en una atmósfera controlada evitando el uso de conservantes químicos
Aquí tienes una breve explicación de qué gas técnico utilizar y por qué
El almacenamiento en atmósfera controlada es una técnica utilizada para evitar el contacto del oxígeno con la superficie del alimento, con el fin de aumentar el tiempo de almacenamiento y reducir al mismo tiempo el uso de conservantes químicos.
Los gases utilizados para estas prácticas son gases presentes en el aire que respiramos normalmente y, por tanto, no son nocivos para la salud.
Los alimentos que suelen conservarse con esta técnica son la carne, los productos vegetales, el pescado, pero también la fruta, el queso y los productos de panadería, hasta la pasta fresca, incluso con relleno.
En el envasado de alimentos, el oxígeno del ambiente se “sustituye” por un gas inerte dentro del envase: los más utilizados son el nitrógeno, el dióxido de carbono, el argón o sus mezclas.
En los últimos años, esta técnica también se aplica con frecuencia en la producción, conservación y almacenamiento de vino y aceite de oliva virgen extra, para limitar los procesos oxidativos que, en ciertos casos, son responsables de la pérdida de valor nutritivo y organoléptico del producto, hasta su completo deterioro.
La elección de un gas técnico u otro depende de los alimentos que se vayan a almacenar o del coste y la disponibilidad del gas en el mercado.
DIOXIDO DE CARBONO (símboloCO2)
Es un gas más pesado que el aire y puede tener una acción conservante y antiséptica.
En realidad, el dióxido de carbono no es un gas inerte, porque es un reactivo electrófilo soluble en líquidos y es responsable, por ejemplo, de la efervescencia del agua mineral con gas y de los refrescos carbonatados.
Por tanto, las características de este gas lo hacen adecuado para almacenar cerveza y vinos espumosos, mientras que no se utiliza para el aceite de oliva virgen extra y los vinos “tranquilos”.
NITRÓGENO (símbolo N)
Es un gas presente en la atmósfera (de la que constituye aproximadamente el 78%) en forma de molécula diatómica (N2).
El nitrógeno molecular es muy poco reactivo porque sus dos átomos constituyentes están unidos por un triple enlace químico muy fuerte (N-N). Su baja propensión a reaccionar con otras moléculas lo convierte en un gas inerte con características similares a las de un gas noble.
ARGÓN (símbolo Ar)
En cambio, es un gas noble real y constituye aproximadamente el 0,94% de la atmósfera terrestre.
El argón es un elemento químico extremadamente estable, inodoro e insípido. Es dos veces y media más soluble en agua que el nitrógeno, y tiene aproximadamente la misma solubilidad que el oxígeno.
Estas características lo hacen tan adecuado como el nitrógeno para evitar que el oxígeno entre en contacto con el vino o el aceite.
Tanto el nitrógeno como el argón se utilizan mucho en la conservación del vino y del aceite de oliva virgen extra; el nitrógeno, al ser mucho más abundante en la naturaleza que el argón, es menos caro, pero hay que tener en cuenta que el rendimiento del argón es mayor, de hecho su mayor peso molecular hace que sea más pesado que el aire y que se deposite en la superficie del líquido de forma más eficaz para evitar la oxidación, aunque se utilice en menor cantidad.